Mi querido hermano Chapter 15

En una enorme biblioteca en la ciudad de Londres, se encontraba Ferb rodeado de libros, una serie de exámenes muy importantes se acercaba y era muy importante que sus calificaciones fueran perfectas, más de un estudiante de esa academia se encontraba en esa biblioteca estudiando, Ferb estaba leyendo libros de todo tipo de temas, historia, matemáticas, ciencias sociales, naturaleza, ciencia, teorías de la vida, etc.

Habían docenas de libros amontonados a lo largo de la mesa donde se encontraba el peli verde, sus ojos azules leían atentamente cada palabra de todos esos libros, se esforzaba para aprender y memorizar toda esa información, el silencio de la biblioteca era casi absoluto, si no fuera por el hecho que llovía afuera no se escucharía nada, como el verano ya había finalizado las lluvias se hicieron más frecuentes, hacia mucho mas frio, se podían ver sus alientos al hablar, sin embargo Ferb  no le parecía afectar, su mente estaba tan sumida en sus estudios que no notaba el clima.

Todos estaban muy angustiados por los exámenes y se esforzaban por aprobar, sin embargo para el peli verde era mucho más importante que solo un examen, esto era solo un paso para graduarse de la academia, deseaba terminar rápidamente con sus estudios allí y poder regresar a casa por ello se esmeraba en los estudios más que nadie en esa escuela, estaba seguro que Phineas y sus amigos también estaban luchando con las pruebas, habían transcurrido tres meses desde la última vez que él y Phineas se vieron, fueron tres largos meses, casi fueron inaguantables si no fuera por el hecho que ellos todavía podían hablarse, sus cartas o los mensajes electrónicos, todo lo posible para seguir en contacto, su hermanastro le decía todo lo que ocurría, de sus inventos, de cómo Buford no para de fastidiar a Baljeet, de Candace manteniéndose al tanto de sus pequeños proyectos, también le dijo que últimamente Isabella se estaba comportando de una manera bastante extraña.

Eso ultimo le había llamado un poco la atención, según le dijo Phineas, ella había estado pidiéndole a sus amigas que le consiguieran todo tipo de cosas, no sabía qué cosas eran pero se imaginaba que era para conseguirse una nueva insignia o algo parecido, Ferb solo arqueo la ceja con esa información, se preguntaba que estaba planeando esa chica pero estando del otro lado del mundo, era imposible saber más pero aun así decidió no tomarle importancia.

Ya eran las seis de la tarde y tenía que regresar pronto a casa o sus abuelos se preocuparían, volvió a colocar los libros que tomo en los estantes pero algunos decidió pedirlos prestados para seguir estudiando en casa, al salir a fuera corrió hacia la esquina para tomar el auto bus, abrasaba con un brazo los libros que llevaba y los apretaba contra su pecho, tenía que protegerlos de la lluvia así que se encorvaba un poco para evitar que se mojaran, para su suerte el auto bus estaba en la esquina, estaba por cerrar las puertas pero el las detuvo sujetándola con su mano libre, se apresuro a sentarse en un asiento antes de que partiera, estaba algo mojado, algunas gotas de agua resbalaban de su rostro y goteaban de los mechones de su cabello, los libros se encontraban perfectamente secos para su suerte, dio una pequeña sonrisa y se poso cerca de la ventana para ver el paisaje, las luces de las calles ya se prendían, los autos que corrían a un lado del autobús levantaban demasiada agua al pasar, las personas de las avenidas tenían paraguas de muchos colores, algunas de esas personas corrían rápidamente hacia su hogar y otras a sus trabajos, las ventanas estaban completamente empapadas por la lluvia, al mirar al cielo no se podía ver absolutamente nada, solamente se veían las enormes y negras nubes que cubrían todo el cielo.

El autobús lo dejo en una esquina cerca de donde se encontraba la casa de sus abuelos, reinicio la carrera de antes de subirse al auto bus y se fue corriendo hacia su nuevo hogar, a veces pisoteaba algunos charcos que se encontraban en el camino, el agua que salpicaba mojaba algo sus pantalones pero no importaba mucho eso, cuando pudo divisar la casa saco la llave de la puerta de uno de los bolsillos de su pantalón pero cuando estaba por meter la llave para abrir la puerta, esta se abrió sorpresivamente, como Ferb estaba corriendo tubo de detenerse de golpe cuando se dio cuenta que ya estaba dentro de la casa, perdió el equilibrio por un segundo pero lo recupero, miro detrás de él y vio a su abuela sonriéndole.

-Bienvenido cielo, ¿Cómo te fue en la biblioteca?- Dijo cerrado la puerta y ayudando a su nieto a quitarse la chaqueta para colgarlo.

-Me fue bien, me traje unos libros para seguir estudiando aquí.

-Valla Ferb, sí que te tomas muy enserio los estudios, no dudo que cuando crezcas serás un hombre muy exitoso- La abuela Fletcher le dio unas pequeñas carisias en su cabeza felicitándole por su esfuerzo, se sentía muy orgullosa de su joven nieto, nunca antes había visto uno de sus inventos pero sabía que era muy inteligente, tenía un futuro brillante –Cariño, Ferb ya llego- Anuncio para su esposo que estaba en la sala leyendo un libro.

-Oh que maravilla, ya podremos cenar- Cerro el libro y lo dejo en el sillón, se encamino hacia el comedor y se sentó en la mesa seguido por su nieto, la abuela vendría en unos minutos por la comida.

Como siempre sus abuelos le preguntaron de la academia y si ya tenía amigos, Ferb solamente les decía que se esforzaba en los exámenes pero aun no tenía amigos, seguía siendo un chico de pocas palabras por eso no se junta con alguien para conversar pero sin la necesidad de convivir con los demás Ferb era uno de los chicos más populares de toda la academia, al poco tiempo allí ya todos conocían su nombre, era obvio que su fama lo precedía aun en otro país.

Tan pronto termino de cenar, Ferb subió al segundo piso y se encerró en su cuarto para volver a estudiar, tomo la decisión de graduarse lo más pronto posible de esa academia para regresar con Phineas, no se despegaba de sus libros, sus calificaciones solo subían y subían, los maestros estaban habituados a encontrarse con chicos listos, como trabajaban en una escuela de súper dotados era algo natural pero hasta ellos se impresionaban con lo rápido que progresaba el peli verde.

Estaba recostado en su cama leyendo un libro de física que estaba encima de su almohada, en el piso del cuarto había varios libros apilados, alguno de ellos estaban abiertos y las paginas se movían por el viento que entraba por la ventana, el mismo se construyo una computadora con las herramientas que se trajo con él, era negra y la pantalla era muy delgada, cada programa en el fue hecho por el chico personalmente, era sencillamente increíble que un simple niño podía construir todo eso a una edad tan corta, era evidente que este chico no era como cualquier otro, su único igual era Phineas Flyn, el único chico que podía igualar su vasto conocimiento y habilidad en la mecánica.

Ocho, Nueve, Diez, Once…… Doce y un cuarto de la noche, la lluvia de afuera termino hace unos 20 minutos, los abuelos Fletcher se fueron a dormir desde hace mas de una hora pero el niño de la casa no separaba sus ojos de los libros, tenía unas pequeñas ojeras debajo de sus ojos, no era la primera vez que luchaba contra el sueño para seguir leyendo, durante semanas había sido así, de los libros de física paso a los de química.

Probablemente nadie vería esto como algo más que una obsesión por las calificaciones pero él no lo hacía por algo tan simple como eso, esto era por algo mucho más importante, había cometido errores en estos últimos meses y el más grave de todos fue irse del lado de su hermanastro, esto es solo por él, para ir a su lado, finalmente….  Después de todo este tiempo, él y Phineas comprendieron sus sentimientos y ahora sabían que se querían por encima de todo lo demás, su principal objetivo ahora era solo graduarse y regresar a casa.

Varias horas pasaron, era casi las cuatro de la mañana pero como mañana era sábado, Ferb no se preocupaba por levantarse temprano, estaba cubierto por las mantas, el frio de la noche era demasiado evidente para él, ya que su cuerpo temblaba demasiado, le costaba mantener los ojos abiertos, hacía todo lo posible para mantenerse despierto y terminar sus estudios, aun lado del libro tenía una libreta y allí escribía los datos más importantes que tenía que recordar, cada parte de su cuerpo se sentía increíblemente pesado a causa del sueño, mover siquiera su mano para escribir involucraba un gran esfuerzo, al final termino por dormirse encima de su libro y manteniendo su mano encima de las hojas de su libreta.

Salió el sol, habían aun varias nubes por todo el cielo que tapaban los rayos cálidos del sol pero era natural tomando en cuenta en la época del año en que están, la abuela del joven Fletcher fue a despertarlo pero cuando vio a su nieto durmiendo encima del libro de la biblioteca, entendió que nuevamente su nieto se paso la noche en vela estudiando, ella solo dio una pequeña sonrisa y acomodo mejor a Ferb en la cama.

-Descansa tesoro- Le dio una caricia en la cabeza y se retiro.

En la cocina.

-¿Otra vez se quedo despierto a noche?- Pregunto su esposo.

-Sí, sabes amor, me alegra que Ferb se entusiasme tanto con los estudios pero debería de dormir bien en las noches, no es sano que un niño se desvele tanto- Dijo la viejita con preocupación.

-Tranquila cielo, Ferb es un chico que sabe lo que hace, solo necesita dormir bien y estará como nuevo- mostro una sonrisa de seguridad con sus palabras. El par de abuelos desayunaron sin su nieto, Ferb se quedo dormido hasta casi las dos de la tarde, al despertar se dio cuenta que lo habían movido de lugar, se tallo los ojos para despertarse completamente pero sin éxito alguno, miro su reloj del velador para confirmar la hora, al notar lo tarde que era se dejo caer pesadamente hacia atrás, se sentía muy cansado todavía, deseaba seguir durmiendo, los efectos de tantas noches despierto se estaban haciendo presentes, fue pronto derrotado por el sueño y se quedo nuevamente dormido.

El fin de semana logro descansar un poco pero solo porque sus abuelos querían sacarlo a fuera y dar una vuelta, ellos pensaron que el aire fresco le vendría de maravilla al chico, Ferb apreciaba mucho que ellos se preocuparan por él, quisiera seguir estudiando un poco mas pero decidió tomar un descanso, después de todo, el siempre había aprovechado cada día tal y como aprendió de  él….

Era lunes y todos los niños estaban viendo las calificaciones que se estaban mostrando en la pared, varios de ellos tenían expresiones diversas, algunos felices, otros decepcionados, otros enfurecidos por no tener las notas que deseaba, Ferb solo dio un rápido vistazo antes de seguir con su camino con una sonrisa tranquila en los labios, todos los niños miraban las hojas de calificaciones pero todos se quedan mirando las notas de Ferb completamente sorprendidos, era una hilera de dieces,  era un desfile de solo calificaciones perfectas e impecables, todos los chico allí eran genios pero ni ellos consiguieron unas notas como esas, varios sintieron celos.

En casa, Ferb se recostó en su cama dejando a un lado su mochila de la escuela, se veía muy tranquilo y relajado pero aun no terminaba, su camino para volver a América era muy largo y tenía que esforzarse… de pronto escucho un sonido que provenía de su computadora, le había llegado un mensaje.

"Hola Ferb, ¿Cómo estás? nwn"

Sonrió dulcemente el peli verde antes de responder….

"hola Phineas, me alegra ver que estas conectado"….